Para comenzar, ¿Qué es la escuela?
Es la institución donde se enseña y se aprende, en este lugar una persona modela su personalidad, forja su carácter y vive experiencias enriquecedoras. La escuela hace vivir, experimentar y construir los valores y principios de convivencia, nos ayuda en nuestro desarrollo, ya que nos provee de conocimientos, valores, actitudes, habilidades, enriquece la cultura, se dan intercambios físicos, afectivos e intelectuales.
Ahora, ¿Por qué es importante asistir a la escuela?
En primera instancia, porque es un derecho que todos los niños y niñas tienen.
Las consecuencias de no asistir impactan en las personas durante el resto de sus vidas, ya que les impiden desarrollarse plenamente, limitan sus oportunidades laborales.
La escuela, reitero, desempeña un papel prioritario en la formación de las personas, puesto que ella, como institución social, debe responder a la necesidad de formar a las nuevas generaciones, según los intereses que el Estado conciba. Por lo que en este ámbito, las personas obtienen conocimientos en diferentes áreas: científicas (física, biología, matemáticas), sociales (historia, literatura, arte, etc.) y cuestiones prácticas como la tecnología, educación física, etc.
Sin embargo, la escuela no solo transmite conocimientos, sino que permite que sus asistentes socialicen con pares, es decir, con personas de su misma edad, nivel evolutivo y emocional. De este modo, queda claro que ser parte de la institución escolar nos permite aprender lo que es vivir en sociedad: adaptarnos a reglas, cumplir con normas de comportamiento, también supone sanciones y castigos en caso de no cumplir con tales normas, así como sucede en la realidad, en concreto se tiene un acercamiento de lo que es vivir en sociedad. Muchas veces, la convivencia en la escuela es lo que hace que el individuo se separe de la familia en un sentido positivo, pues pueden establecer lazos fuera del ámbito familiar, lazos que en numerosas ocasiones se mantienen a lo largo de toda la vida por ser relaciones que se forman en épocas significativas para la persona.
Ahora, ¿Por qué no asistir a la escuela?
Podría llamarse desventajas de la escuela, en el caso de las escuelas públicas, estas dependen enteramente del funcionamiento y del presupuesto estatal, lo que quiere decir, que los cambios sociopolíticos, de orden público y de naturaleza económica, tienen incidencia directa sobre el orden y los fondos de las instituciones.
Durkheim (sociólogo y filósofo francés), dice que la función de la escuela es socializadora, de integración a la sociedad, por lo que un currículo oficial (aquel que preescribe el que y el cómo de la educación), es el instrumento que contiene el conocimiento que el Estado quiere distribuir en la sociedad y responde a lo que le interesa construir en términos de ordenamiento social.
El éxito o fracaso en el aprendizaje seria el resultado del procesamiento que los alumnos hacen del currículo a partir de su propio capital cultural (experiencia de socialización educativa o personal).
Por otro lado, aunque los alumnos estén dentro de la escuela, la cual tiene sus normas de convivencia, disciplina, esto no quiere decir que los estudiantes van a “comportarse” de la forma en que los padres desearían, también se podrían desarrollar actitudes de resistencia a un orden, producto del desinterés y disgusto de estas normas y reglas que la escuela establece.
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