Estado y construcción de identidad

En el siguiente texto se explicara la importancia del proceso educativo para la construcción de identidad, y la necesidad de institucionalizarlo desde el Estado, a partir de los planteamientos de Grajales, C. Escuela, socialización, construcción de identidad y moralidad:

"El Estado y la construcción de identidad: el papel de la escuela."

La escuela es el primer espacio social en el que comenzamos a interactuar lejos del contexto familiar, y en el cual, el proceso educativo se basa en proveernos de conocimientos, valores, actitudes, habilidades, enriquece la cultura, se dan intercambios físicos, afectivos e intelectuales, tenemos confrontación continua con nuestros pares y profesores. 

Este proceso puede ser formal o informal. 

A nivel formal, se desarrolla en instituciones educativas, las escuelas, contando con docentes, programas de estudio aprobados por el Estado y sistemas de evaluación que exigen al alumno el cumplimiento de ciertos objetivos.

Un proceso educativo informal, en cambio, puede desarrollarse en el seno del hogar, en la calle o incluso de manera autodidacta.

La escuela se ocupa de la socialización y la construcción de sentidos de identidad, procesos orientados a la configuración de sujetos morales que se hacen como tales en las interacciones, las cuales tienen lugar alrededor de temáticas conflictivas consideradas como problemas morales (los que se nos plantean acerca de nuestras costumbres, actitudes, acciones, etc.), de la construcción de normativas y valores propios de la convivencia, por lo que la escuela es la base de la formación de los individuos, de prepararnos para la vida en sociedad, es el núcleo central de la educación, tanto en la comunidad como en la familia, por lo que su papel como institución, es el de formar y prepararnos íntegramente para la sociedad en la cual nos vamos a desenvolver, todos estos contenidos a transmitir están incluidos dentro del currículo, el cual es el instrumento que contiene el conocimiento oficial que el Estado quiere distribuir en la sociedad y que responde  a lo que le interesa construir en términos de ordenamiento social, el cual preescribe el “que” y el “como” de la educación, propone los aprendizajes que los estudiantes han de lograr y es la materia del quehacer docente, contiene temas que la sociedad demanda a la educación. En este se analiza y hace seguimiento al tipo de aprendizajes propuesto a las nuevas generaciones, mediante este se perfila el tipo de sociedad.

La escuela es concebida como institución socializadora, ya que en ella se transmiten pautas sociales y valores que ayudaran al alumno a vivir en un grupo e integrarse posteriormente a la sociedad respetando sus normas, leyes y valores. Por lo tanto desde la escuela se está socializando a los alumnos, la socialización es un proceso continuo y gradual, mientras el niño se educa, se socializa, adquiere normas y valores para su posterior integración en la sociedad como adulto.

La construcción de identidad, es el proceso a través del cual los sujetos se hacen individuos únicos, negocian sus diferencias con otros y otras diferentes y constituyen marcos comunes que les permiten cohabitar conjuntamente un espacio cotidiano, histórico y cambiante. La identidad es considerada como un fenómeno subjetivo, de elaboración personal, que se construye simbólicamente en interacción con otros. Durante este proceso de construcción de identidad, los sujetos elaboran significados de existencia, configuran formas legítimas de convivir y organizar el mundo vital para reestablecerlo como un espacio vital de la relación y continúa interacción, un espacio para vivir la diferencia y el reconocimiento.

La construcción de la identidad es parte de la socialización, se constituye en la interacción, adquirimos los contenidos que el Estado exige, desarrollamos estructuras mentales, constituimos marcos comunes que nos permiten cohabitar conjuntamente un espacio cotidiano, histórico y cambiante, se configuran formas legítimas de convivir, al irnos conociendo vamos alcanzando un pensamiento autónomo y responsable, el cual necesita un ciudadano para ejercer sus derechos, responder por sus deberes, asumir actitudes participativas y tomar decisiones correctas.